domingo, 28 de mayo de 2017

Chinita


En paralelo a esta historia y para completar mi estúpidez, encontré en una mujer madura el paraíso sexual, doblemente satisfactorio por mi larga abstinencia. La Chinita culminación se lo llevó entre las patas.
Así que detrás de esas románticas canciones acompañando el diario, escúchense otras alegres, desparpajadas, escurriendo líquidos.

Esto viene de Vela y recoge lo último allí.
En el parque, donde los subeybajas todavía, la Chinita se sienta frente a mí y ¡Fium!, salgo volando y no porque su peso sea cosa mayor.
Chale, mujer, cada vez estoy peor. Ya hasta le fui a dejar el desayuno a casa la mierda, que por allí trabajó hoy. Fue virtual pero para otra vez se lo doy en su boquita. 
Le toca una de estas, ¿no? ¿O ya me la empezó a cantar?
Las grandes historias como esa necesitan tiempo para madurar. No se mide en años el asunto. ¿Cuánto tardaremos tú y yo, chica misterio?
Déjame sufrir por adelantado, ¿sí?, cuando me das la mañana que no tienes y yo vivo pendiente del ¡Bing! viniendo de un messenger. 
Anda, empecemos a sufrir juntos, a reunir herrumbre, para luego, hoy, mañana y pasado, tener diamantes. 
¿Y si digo que voy a robarte aunque no quieras y te dejarás?
Tardo en volverme canción. Contigo me tomó diez minutos. Ora, hágase nota, Chinita, y no letree pretextos, jeje.  
-0-
Nosotros si Don´t give up y así no vayamos a ningún lado porque quizá me quiebre otra vez la enfermedad -y solo ese el impedimento, que al Alonso Quijano versión mex 2017 no lo detendrá algo más- llegamos adonde se puede declarar: somos la demostración de que en amores no hay cotos, ¿verdad, adicta? 
-0-
La música la pasó ella.
Chinita, te advertí que no pelaras del todo este diario, pues me sirve también como diván. 
Acabo de decirte -y lo vas a leer en media hora, jeje- que si creyera que algo iba a pasarme, ni lo intento contigo.
Todo aguanto, Ojitos, desde hace mucho, y no bromeo y pruebo que está va a ser la mejor etapa. (Salen lagrimitas cuando atiendo esa letra. Tampoco yo buscaba. Parece tonto aclararlo por mi edad y ya se vio: setenta años son nada -a lo tango, jeje.) 
Imposible calcular cuántos de los más de setenta tengo para darte. Sale sobrando pues calidad y cantidad son y no sinónimos. 
Treinta meses di a los nietos, sus primeros, y bastan para la vida entera de los tres. Cualquiera se da cuenta al vernos.
Prometo lo que ya cumplo: cada minuto irá para ti.
Te robo al músico a quien nunca estimo bien.
Si un día me voy será solo por estar seguro de no hacerte bien.  
-0-
Hace rato fui a dormir y no aparecías. Luego, al revés, y ahora, claro, se repite la dosis. No importa, aunque te encorajina.
Quedamos de vernos el próximo martes por primera vez como una cita. Quizá no habrá muchas o será la única o no se produzca siquiera.
Te mentí, Chinita. A mi edad no puede saberse por cuánto se llevará los días como uno quiere.  
Tuviste un gran amor que no fue más lejos, creo, y sientes gran tristeza por ello. Odias la factible repetición de la historia y yo, ya se ve...
Entonces, Ojitos, como también llevas por nombre, debo hacer algo distinto a la no planeado -jeje, pues no eché cuentas al acercarnos-. Con esto voy a dejarte lo mejor de mí.
La herrumbre, en consecuencia, aparecerá solo ahora, al comienzo.  
Me odiarás hoy domingo y quizá lunes y martes. Luego a puro amor ira la cosa...  si decides, que tan al principio todo, echar marcha atrás no sería raro.
Tienes treinta años y no dudas en querer a quien orgullosamente se reconoce viejo. El enojo te viene porque no quepo, vaya minucias, en una hija, un trabajo y una casa lejos.
Dicen que no hay mejor romance que el impedido. Menuda tontería. Ese nuestro continuará como casi empezó, apenas casi pues hoy confesamos que estaba de alguna forma el primer día, ¿o el segundo o el tercero, o los tres juntos, o cuando viniste al departamentito desde donde tecleo?
Soy agotador, tú estás agotada de domingo y mañana otra vez a las cinco treinta am, y desesperas. 
Iba a pedirte calma y es absurdo. En fin, haré mi mayor esfuerzo aquí y dedico a ti el trabajo de diez años. Es el pago mínimo por devolverme la autoestima amorosa.
Iré marchando poco a poco, lo que en términos virtuales vaya a precisarse cuánto significa medido por días. 
-0-
La canción aquí en lo alto podrás verla en los cuadernos, como llamo a esta mi herencia. Dedicada a una joven se lamentaba de no podérsela dar pues no quiso, cuando regresó a su país sin entender el nuestro. Allá ella entonces, no hace mucho. 
Para ti hace sentido, pues tuviste un llano árido con río, adelantito de donde vives ora. Y presdiéndolo, una madre, gran nutriente para ti, hoy, ya que no está. 
Encontrarás también historias con mujeres. No las leas sino quieres. Son muy distintas entre sí y todas debieron enfrentar retos semejantes por distintos que parecieran. Mi papel con ellas es de puente. Ahora te les sumas. 
Yo armadura sobre ¿el Níger, el Sena o el Magdalena que corre entubado por esta urbota -jeje-?, aspira a reunirlas contigo. Jamás sola, Ojitos, aunque me vaya, cuando me vaya, pues es fuer, y no lo dice la edad sino tus necesidades. 
Entre ayer y hoy lanzaste dardos que ni don Experiencias aguanta. Quieres a este buey cada vez más dentro de la Chinita piel.    
Mientras platicamos.
-0-
Insensible. Pasé la tarde gritando tu nombre desde el Casco de Santo Tomás y ni una vez me escuchaste en el Edomex. 
Ya no tienes pudor y a desmayos la traes conmigo. Nos conquistamos -que buena, exacta palabra- como al Everest. Es decir, no yo a tí o tú a mí -genial la lengua, qué bárbaro; mira cómo por si sola evita repeticiones-. Triunfamos sobre el mundo, Chinita, cuya orden reza Deja pasar, muere cada vez. 
No estamos haciendo literatura. Se arriesga la piel. 
Habrá miércoles, sin duda ahora. Ay, mujer, por mucho parque matutino que sea, nos veo trastabillar. En una de esas el primer árbol a modo nos recibirá y lueguitito no la prisión, pues nuestra ciudad derogó los artículos sobre faltas a la moral, y si cerquita de ella, jeje. 
¿Y el sábado, domingo o lunes, cuando salga corriendo adonde debo para no más dolor "absurdo, incomprensible" -robándome a Zitarrosa?  
¿A qué la canción si se anda de romance? "¿Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuros, sin testigos, sin manos que te ofendan?, ¿cómo transpasarte mis hombre y mujeres bien queridos (...) sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte ...?"
-0-
-Ya, a calzón quitado, ¿derrapa por mí? -díjele y clarito se escucharon sus llantas reCHINANDO JJJJJJJJJJJJ
Así la desperté a las 11:45 am, en que abrí el ojo.
no me atiende, no me procura, no vela por mí
en resumen, le valgo madres 
No, pues lloraba como una Magdalena, la pobre. 
Ayer tocó cargar, agacharse mil veces y demás bajo la lluvia, y el juvenil yo anda como era previsible, así que no sé si nos veremos mañana. De aquí a la otra que puedas, uf. 
Y Zitarrosa sigue cantando anoche. 
Tengo dos hijos ejemplares, y de nietos mejor ni hablamos. Por ellos y las hermanitas y hermanitos puedo acompañar a los anónimos de Guitarra negra, en estos últimos años -los anteriores corren entero por mi cuenta.
Hay canciones repetidas por aquí, señito. 
Así empezamos, ¿verdad?, porque sí, por nada.
Que va, nos vemos mañana. Su selección es magistral: Metro, Metrobus. Solo le falta decir cuál estación, jeje. 
Aunque es mucha vieja y hace dos cosas a la vez, no debo pasarme en el chat mientras trabaja. ¿Sí? ¡Chatea desde un banco! No, pues mañana la cita será en el centro penitenciario más próximo a su corazón. 
-0-
Un hombre me amenaza indirectamente usándote de pretexto. Usándote, digo, porque los celos de una ex pareja no son amor o cualquier cosa ralacionada con otros. Su ego manda.
Todos saben: al valiente no le hago, ni al cobarde tampoco.
Que tenga cuidado con quién se me acerca en la calle, es la recomendación. Por tanto puede actuar por sí o a través de alguien más. 
Recuerdo que no ando como lobo estepario. Pertenezco a una grey grande y hoy preparada a terminar con la mierda nacional. 
Tóqueme y será tocado. Tengo fotos suyas y las circularé entre mi gente. No juegue.
Y tu, Chinita, ¿vienes a última hora a decirme que él ya amenazaba? ¿Que por segunda vez consiguió su objetivo, te quejarás? ¿Cuándo la lucha?
Los Malditos existen también porque se les teme o porque resulta cómodo descargar culpas en alguien más.
Puse una canción apenitas. Toca la guitarra negra o renuncia para siempre a ti misma. 
Estoy para ayudarte y solo eso. Pésimo fin de historia. No te dejaré abandonada. Eres mujer y por ello un ser en profundo desamparo y vives donde hizo reino el feminicidio.
Y a usted, señor, le recuerdo: quedan días o semanas para que desaparezcan, pues tiene vínculos, al menos, con los cuerpos de seguridad estatales.
Pensándolo bien, su única salida digna es llevarse alguien por delante, antes de. 
Ya sabe dónde vivo. Dese prisa.
-0-
Salió bien el falso diario, creo.
Como se presta a engaños, aclaro: miedo no tuve ni tendré, menos ahora, cuando estamos jugándonos el futuro. 
Pedí permiso a mi pareja ocasional para escribir esto. Puede descansar, jeje. A la Tic no le dije palabra. 
El personaje femenino en esta historia me conducía a una representación: don Macho estilo mexiquense, hijo predilecto, entonces, de la zona con más feminicidios, que acunó al presidente nacional en turno. 
En días habrá comicios allí y enseguida el conflicto poselectoral que precipitará la caída del régimen, sin fecha precisa. 
Confío avanzaremos siquiera un poco con dirección a una utopía factible y, como sea, terminarán treinta años abominables.
Me llamarán loco. Más parecía en septiembre, cuando presagiaba el presente.
Así, entonces, estas líneas conectan con ¿Una novela?, siendo yo un cronista.
Chinitas hay a millones. Llegó su tiempo y termina, entre otros, el de los exes incapaces de entender por qué lo son, aferrados a su antigua propiedad.
Zitarrosa continúa.  
-0-
Al día siguiente el personaje femenino insiste en meterme miedo para mi protección. Mal, personaje, tratar de poner nervioso este miércoles genial, es imperdonable.
Obviamente no hay manera de entenderte: en 1906 el abuelo le dio a su futura, próxima familia -tenía catorce años quien puso dinamita para precipitar la huelga general- un destino: cambiar al mundo. ¿Así, cómo comprender a otras y otros?
Ya di setenta vueltas y nada. El miedo resulta inevitable, pues ese segundo personaje, masculino, está en capacidad -como cualquiera- de contratar por tres pesos a un sicario, estupidizado y con encanto por la sangre -se suicida, pues, y cumple el mandato que dieron allá arriba con su "guerra contra el crimen organizado": mátense entre ustedes, pobres, pues nos sobran.
El tercero en el falso diario quiere llorar. Creyó construir una gran historia, que remata de la más pobre manera.
¿Perdón, abuelo, hijos, nietos? ¿Embarré nuestros cuadernos? No. Le di un toque personal al horror.  
Sociedad patriarcal se llama nuestro gran enemigo. La construyeron también mujeres. 
-0-
Y termina sin rematar esto. Porque el tercero en discordía, quien aquí escribe, de veras está enamorado de la primera. Más ahora. Adonde quiera ir será acompañada como en el bote pateado: Uno, dos, tres por mí y todos mis compañeros.
Insisto, Mr. Macho: su única salida digna es llevarme por delante. Sigo esperando. Eso sí, tenga tantito de los que presume y venga usted y no mande otros y decidido a darme cran y no unos zapes. Total, se lo va a llevar San Tepetate y no por mis doscientos mil compadres y comadres que quieren hacerle algo -algunos de por sus rumbos-, en cuanto símboliza a lo más odiado, sino gracias al destino comun. 
Por cierto, cuando salió el término "medidas cautelares" yo con marcarle a un magistrado amigo tenía o echarle hasta el Le Monde Diplomatique encima.  
Chinita, y quien quiera escucharme: dije por ahí El amor y la revolución son un mismo, indisoluble acto
(Ya me cansé de pasear para que me tenga a la vista, y ni sus luces, susodicho en este quién sabe si cuento cronicado. Nada sería tan doloroso como morir a manos de un desperdicio humano, ya que faltan diez minutos para cumplir mis sueños participados por el abuelo, Filiberto, Agustín, la Reina de la Roca Gris, el Niño de Piedras, quienes escribieron "Y nos dejan por herencia una red de agujeros" y el Zita que suena bajo Chinita: "¿Cómo haré para llevarte en mis adentros, guitarra...?" -¿a usted puedo rasgarle las seis cuerdas, Ojitos, según fuiste de nombre al principio? El amor y...) 
-0-
Pasa una hora y vomito. Revictimicé a la única víctima: ella. Afirmo que no media varolines espadas y desde luego fue así. 
Estoy agotado de pérdida, gritos y esperas. Vale la pena.
Mientras esto transcurría, un hondureño nos contaba el periplo de siete años que costó la muerte a su madre y lo llevó a él a encontrar en restos al hermano, atravesando de frontera a frontera y costa a costa la "fosa común llamada México"*.
-0-
El diario regresa a Vela, donde sigo consumiéndome. 
Y usted, basura, como no viene tendré que ir yo, aprovechando estos decisivos días para todas y todos. Me lleva doscientos kilos de grasa y yo unos cuarenta años, por lo tanto no lo agarraré a mordidas. ¿Gran espía usted?, ¿en el país donde la tira solo sabe fabricar verdades? Ahora verá lo que hace la novela policiaca y de terror, jeje.
Perdón, Chinita, las competencias machinas me son absolutamente ajenas. Tener dignidad y sentido de justicia, eso sí sé. Te lo aclaro cuando ya ni las sombras nos vemos.
El guarro no puede usarme más de pretexto contra ti.
Antes. No empleo nombres ni cualquier otra referencia y bien puedo preguntar por los vículos del Sr. con ese sombrío universo que componen las fuerzas públicas y los cárteles. 
Pertenecería, entonces, al área más difusa, protregida y difícil de barrer.
Echo bravatas porque vivo en chilangolandia, donde todo resulta considerablemente más fácil.
Podría decir aquí murió, chata, y si lo vi no me acuerdo, monote. La cuestión es ser quien soy: un intenso.
En horas mudaré de casa por unos días, como estaba considerado hace rato, para cosas menos ruínes que medírmela con don Simplicio a lo imaginario o morir de amor por quien apenas el lunes conocí su real nombre y señas así, poquitas (no sé, pongamos, la colonia o aun el municipio de tu casa, Chinos, o dónde te empleas -claro, sobran métodos para ubicarte, pero ni loco me pondré al asunto.)
No cuidaré casillas o babosadas así. Mi boleto va de algo distinto. Estaré allí para animar lo que suceda el lunes en adelante. Mi mejor nombre sería Sombra, pensó ella, y vaya que atinó. En eso me convierto cuando puedo o necesito, y sino pregunten a empresarios y fuerzas policiacas justo del Edomex, hace tiempo.
Un amigo y yo probamos que investigar es cosa fácil, cuando no se anda entre las hoy fuerzas de seguridad federales -antes era muy otra cosa-, y tal y cual están libres gracias a nosotros. ¿Usar mis modestas virtudes en la ubicación de Machilito? El azar nos relacionó, el destino nos separa.
En intensidad seguiré, no romántica ahora.
Algo quiero decirte, mujer, y no atino qué. Hice cuanto estaba a mi mano, creo: rendirme a tus pies y gritar cuando pensé era debido. Solo me resta ayudar a que sacudan la basura alrededor tuyo, simbólicamente, al menos.
No se llega a los setenta peleando contra el poder, sin cierta fuerza y habilidades. Lo que me queda se aplicará a esa obra para la cual nací.
-0-
En la charla final con Ella resulta que el peligro se reducía a lo presupuestado: un ex golpeón. El miedo descompuso sus palabras hasta dejarme creer en la legión extranjera viniéndoseme encima.
No estuvo mal, a final de cuentas, y tengo este diario para sacarle partido.
El problema con los romances en la vejez es que son por fuerza extraños, con mujeres en circunstancias desafortunadas. Incluido el, de arranque, meramente sexual, sostenido en paralelo, mientras la Chinita aventura. Se fueron en paquete. 
Ora sí, no más. Regreso a la Inesperada, al recuerdo de Ana y mis fantasías con quien fue reina de lo fantástico. 
E ha estado regañándome durante estos numeritos. Es una perfecta hija adoptiva. 
Me dejaron sin tarea en donde tanto deseo. La haré por mi cuenta. Perdón, pido a los compañeros y compañeras por los inútiles sombrerazos que les llevaron a decidirse.
-0-
De madrugada encuentro a mi "amada inmóvil"** -¡y tanto!-. Se disculpa, en ecuánime tono le digo hasta de qué se va a morir y luego se las pido -y no hablo de referencias para el próximo desatino-, cortesmente me dice ¡Mocos! y justificándose de mañana deja líneas estupendamente escritas y típicamente idiota: El tiempo está de nuestro lado.
Por una vez tengo pantalones y nos digo dejemos de masturbarnos, señora.
 
*Daniel Jiménez.
** Celebérrimo poema de Amado Nervo.