lunes, 1 de febrero de 2016

E (Ellas)

La canción no es gratuita en ningún sentido. T me llevó a vestirme con el descaro del Mr. y por lo obvió la Autopista 161 se revisitó.
Entre la crianza de hijos no hay mucho tiempo para tormentas amorosas y necesitando curarme de T me profesionalicé una semana. Había tres candidatas ideales y sólo una respondió a la premura que no era por sexo episódico. Desnuda casi calcaba a T y eso mucho en cualquier circunstancia representaba un gran reto ahora. Al llegar a la boca desapareció toda magia.
El séptimo día, y no hago alusiones bíblicas, sin esperanzas ya sentí una mirada. Venía de E. Al anochecer se despejó cualquier duda.
Los fines de semana entre cuatro paredes sobraron para promesas de eternidad.
La alfombra mágica en que seguiría viajando por años era cortesía de T.