viernes, 14 de junio de 2019

La del clóset


Tiro por viaje canto a la Sra. Melancolía, que está buenísima: caderas para controlar mareas, muslos de bronce y aceite, trompa gruesa y oferente, pechos de concha de panadería con puntas respingaditas, morena toda ella.
Porque en los salones que frecuento la madame con su aire de desmayo, la melena en tormenta y el elegante vestido negro gritando Cien manos acaban de trabajarme sin resistencia, luce como ninguna entre apetitos que se desbocan.
En secreto reconozco, sin embargo, que parte del día lo paso del talle de Doña Felicidad. El más mínimo pretexto la saca del closet donde la buena educación le ordena estar. Y pa qué es más que la mera verdad: sobre la mesa, en el piso, al borde del lavadero, en el primer resquicio del callejón o donde quiera que la tome, sus carnes de gloria se licúan, anuncio de eternidad.