miércoles, 12 de agosto de 2020

La Ring ”andaba de parranda”

La célebre Madame Ring, ring inauguró para Dante un nuevo círculo, o dos o tres, cómo saber, y reapareció hace rato, zalamera, aventando guiños hasta por los sobacos, en mensajes, no vía telefónica, pues se modernizó. 

Con el obvio pánico, conocedor de sus trucos, me hice el desentendido hasta que la parca pareció soplar a mi oido. 

-Bueno, tal vez nos encontraremos en huesos -pensé-, porque uno puede creerse San Francisco de Asís y ser malo hasta la médula. Contéstemole, que Mefisto parece haber hecho migas con ella, según los registros fotográficos que envía sobre hermosas salas, járdines, chimeneas, donde se acoge.

Le ofrecí reeditar nuestra sexualidad, espléndida por sus acentos perversos, aunque así debiera empezar de cero, pues hasta el himen volvió a crecerle de tan larga abstinencia. 

Con la mera insinuación tuvo para regresar a viejas, escalofriantes prácticas sintetizadas en un Eres como todos y conspiras en contra mía

Tirela a loca despidiéndome cortesmente, desentimando la experiencia, y tiempo luego cometí el imperdonable error de etiquetarla en la que creí conmovedora, optimisma nota. 

Pobre imbécil, contestó para seguirse con una retahila de epítetos que ni su mayordomo recibió al vertirle por error dos gotas de sopa. ¡A ella, eximia novelista! cuya una única obra tuvo a bien editar el personal bolsillo en doscientos ejemplares que envió con moños a despistados lectores. Ni eso, por lo cual debería asegurar el Nobel sino despertara desde la cuna furiosa envidia, ojeaste, hijo de tu estercolera madre, fueron las últimas palabras que tragué antes de bloquearla con copia al mismísimo Ángel Caído, a quien como sin querer le agregué unas palabras: Aguas, te bajará la chamba

             Gustav Doré. La divina comedia.

P.D. Dese por bien servida, señora, que no refiera sus rencores hacia medio mundo, jeje.

 

sábado, 27 de junio de 2020

La nueva Corte de Medianoche y el regreso de Atrevida

Pórtate bien, blog. Mira qué pinche caos armaste.
Pasan años y otra vez La Corte de Medianoche me cita. Los denunciantes componen ahora una densa mancha, mucho más plural en atavíos y hablas, y al costado tiene una sillería con personajes literarios y cinematográficos, que presiden Dersú Uzala y Sada Abe.
Mi abuelo repite la amonestación y callo, consciente de que no cumpliré el ofrecimiento. 
-Ni modo -dice Belarmo precipitando el alivio general cuyo aderezo son risillas en pequeños corros.
-Vaya, se perdió la solemnidad -celebra Atrevida, hija adoptiva, quien reaparece tras mensajes intercambiados y vuelve a lo suyo. -¿Dónde está esa pinche crónica?
-Espera, te muestro algo. Hay alineados a derecha e izquierda y cursivas.
-Va. 

"Está claro que Emilio Lozoya no es exponente de ´la peor corrupción estructural mexicana´. Hay episodios, sistemas, tramas, personajes y fortunas mucho peores. Nomás pensemos en el imperio corrupto de Carlos Salinas de Gortari." Eso escribe en Proceso el impresentable Pablo Gómez, firmante de la Alianza por México(1). Y remata: "Lo peor de este periodo de la historia del Estado corrupto mexicano sería que el desempeño de Emilio Lozoya resultara haber sido marginal, poco cosa en términos comparativos al gran total".

¿Golpes mediáticos?, debe preguntarse a AMLO.



Los actores y sus efectos están a la vista. Con un día tenemos para apabullarnos, por sí o cuanto ilumina alrededor. ¿En verdad?

Empiezo por quien de algo conozco, aunque hoy su papel sea periférico y haya mirado hacia él gracias a otros. Hace cinco años escribí:

Quizá el junior de la clase política más visible en los medios es Manuel Velasco Coello, quien a los treinta y dos años se hizo gobernador de Chiapas. Militante del falso "Partido Verde Ecologista de México (PVEM), comulga con el Revolucionario Institucional (PRI), se entiende con Nueva Alianza" y llegó al cargo protegido de paso "por la casta dominante del Partido de la Revolución Democrática (PRD)". 

Su familia es abolengo caciquil puro, que le transfiere su abuelo paterno, gobernador en 1970, y la vicegobernadora actual, como se llama a su madre, Leticia Coello. 

Busco el posible parentesco de esta mujer con un personaje central en la violencia que prepara esta de hoy: Javier Coello Trejo (JCT). No encuentro relación después de revisar un rato...

Hasta ayer JCT llevaba la defensa de Emilio Lozoya, el ex funcionario más perseguido, cuarentón a quien en 2009 encargaron fundar redes para inversiones a nivel global que harían de Enrique Peña Nieto nuestro presidente, descubierto como pieza clave en los casos Odrebrechtd y Agro Nitrogenados, que tras dos años esquivando la justicia decide colaborar con ella. Estás universalmente solo, dice la renuncia de Coello a asistirle. 

Vuelvo a lo que "sé":

Al preguntársele a Sergio Aguayo sobre el poder político que en su abundancia se precipita con descaro a actos criminales, luego de una recapitulación histórica remontada a las primeras etapas coloniales, encuentra el caso emblemático de Javier Coello Trejo.

A este fiscal de hierro de la procuraduría general de justicia a partir de 1988, Calderoni rendirá cuentas desde entonces. En su gestión se le acusa de más de ochocientas violaciones a los derechos humanos. Algunas repiten el proceder en Chihuahua durante los interrogatorios a una pareja de acusados que no se reconocen como narcotraficantes: Armando Prado Mena fallece por las lesiones de la tortura y a Emiliano Olivas Madrigal lo arrojan desde un sexto piso.

Tres casos desbordan las fronteras: el asesinato de Norma Corona Sapién, la compañera de oficio de Digna Ochoa que en Sinaloa investiga la responsabilidad de un subalterno de Coello en la muerte de cuatro personas, y los de los hermanos Héctor, Jaime y Érik Quijano Santoyo.

En el tercero, al amanecer un grupo de agentes baja de una Suburban roja y un Topaz sin placas, y allana las casas de tres estudiantes venezolanos y de un abogado. Al día siguiente la esposa de unos de los jóvenes acude a las oficinas de la Judicial Federal y ve la caminera. Veinte días después en una fosa de dos metros de profundidad aparecen los cadáveres de los cuatro secuestrados, con huellas de tortura y orificios de bala.

El tipo de hombres causantes de estos actos forma la escolta del subprocurador de delitos contra la salud, a la que al poco se le comprueba un para ella alegre jugueteo en el sur de la ciudad de México: ultrajar mujeres. Diecinueve son animadas a levantar cargos. Ni eso ni las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales le valdrán castigo directo o indirecto al hombre que Salinas encargó para dar el primer, trascendental golpe dentro del régimen, apresando a Joaquín Hernández Galicia, la Quina, el poderosísimo líder del sindicato petrolero.

En 1993 y para escapar en unos años, cae preso Joaquín el Chapo Guzmán. Las primeras versiones, desmentidas luego, aseguran se encontraba en un rancho de Coello.

El fiscal de hierro parece un personaje que ilustra a la perfección cómo la violencia del régimen priista muda con el peculiar neoliberalismo autóctono*.

"Operación con recursos de procedencia ilícita, es el cargo central a Lozoya, a quien Coello abandona ahora y hace que tiemble Peña Nieto y su círculo cercano, según la prensa.

¿Hasta dónde se atreverá AMLO? ¿Asume por fin la gran confrontación con los poderes económicos?

Paralelamente su fiscal da tácito carpetazo a la "verdad histórica" sobre cómo desaparecieron los cuarenta y tres estudiantes de Ayopzinapa y fueron asesinados otros cinco. Hay órdenes de apresión por docenas, si bien las fuerzas públicas federales permanecen intocadas.
¿El país tiembla y asoman cabezas capaces de todo lo concecible ayer y hoy, cuando Obrador da su segundo informe gubernamental?

Tres días antes Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad Ciudadana en nuestra ciudad capital, sufría un atentado y responsabilizando al cartel Jalisco Nueva Generación molestó a sus superiores, que enseguida aclarararían: No dan inicio las indagatorias. 

El hombre cuenta con un curriculum familiar muy considerable. Por abuelo, al que fue Secretario de la Defensa durante la masacre a estudiantes en 1968, y como abuelo a quien para los años 1970 dirigiría la llamada Guerra Sucia. Él mismo parece vinculado a los propios desaparecidos y muertos de Ayotzinapa, factiblemente relacionado con Guerreros Unidos, mafía a la cual se atribuye, cuando menos, participación directa, y conforme a un cable que divulgó WikiLeaks, en 2011 Estados Unidos lo volvió sospechoso de "irregularidades o actos delincuenciales".

Menudos abismos los que cercan a la 4T, no importa si fueron cavados por imbéciles. Tienen por aval al modelo planetario.

Termino creyendo, en efecto, AMLO: sobre todo das un golpe mediático. Aun así y protagonizado el drama por personajes de pobre perfil, la sangre es sangre y escurre a mares.
De paso: en un declaración muy delicada y que termina por pasar inadvertida, Obrador señaló antes de apresar a Lozoya: es inmoral que Coello definda también a Hertz Manero, su fiscal. ¿El presidente estaba disgustado con éste y por ello Coello deja a Lozoya? ¿De dónde la asociación?

¿Nos vale madres, jeje? 
 -¿Y esa imagen? -pregunta Atre. 
-Remite a Carlos Salinas, ¿recuerdas?
-En la crónica.
-Sí. 
-¿Que se detuvo cuándo?
-2018 ó 2019, no preciso. 
-Realmente eres un desmadre, jeje.
-Dejó de importame el país. Bueno, lo hizo avanzado el año a continuación, aunque mi abuelo y yo para entonces mirábamos hacia otro lado. Mira esto que hoy puso Ce Acatl, guerrerense nieto feisbuquero pasado de tueste por la edad, pues ronda los cincuenta:  
 -Jajaja. Yo soy tantito de esas.
-Ya sé.
-¿Y la crónica?
-¡Me lleva la verga, pejelover! 
-Un café en nuestra Alameda, ¿vale?
-Cómo los hispanizaron, qué bárbaro. Era "sale", te aclare.
-Uy, en tus tiempos, jaja.
-Recuerdo las viñetas que citan al ilustre parque: y La extraña guerra.
-Olvida esa madre. Un frappé -dice volteando a quien atiende.
-Frappés... Chamaquitos posmodernos, jeje.   


1.  

*La información proviene de una entrevista hecha por el equipo que trabajaba para Felipe Cassals, al preparar su película Digna. 

¿EN DÓNDE SEGUIRA ESTO, JEJE?  
  
     

lunes, 15 de junio de 2020

Aparta de mí ese cáliz 1

No tolero la serie española que rompe ratings presumiendo recordar los tiempos en torno a la transición democrática.
Justo entonces hice mis primeras visitas a ese país. Venía del México de los pasmosos contrastes sociales y un régimen de casi cinco décadas que no se andaba con miramientos para machacar opositores. Aun así quedé perplejo.
La segunda estancia se prolongó once meses, entre 1976 y 1977. Rumbo a Asturias, con mi mujer y mi hijo hice escala en Madrid, en el piso de una familia a quien nos etiquetaron. Se trataba de una entrada por la puerta grande a lo que había oteado dos años atrás -el susurro de lo pequeño es de una elocuencia no menor que los clamores de lo grande.
El lugar estaba presidido por una pareja que convocaba a los cómics de humor y resultaba sin embargo muy para los ácidos del nunca suficientemente reverenciado Carlos Gímenez.
No creo en la existencia de gente tonta, pero como toda regla tiene su excepción, con la patrona de la casa fui a encontrarla. Debía medir 1:70, pesaba muy por encima de los cien kilos y el rostro parecía tomado de una roca, sin trabajo posterior alguno. Él apenas rebasaba el 1:60, sus hombros eran los más escuálidos y estrechos vistos en mi vida, al tórax lo coronaba un majestuoso vientre, y en la calle debía representar el papel de un hispano Gutierritos –personaje de la primera telenovela mexicana de gran éxito, a quien daban coscorrones y colgaban chistosos papeles en la espalda-. Pero al llegar a casa era tan Dios como el que más.
El reinado familiar de la pareja tenía su más palpable expresión en el desprecio a la hija mayor, por un buen motivo: era inteligente. Tanto había sido el maltrato, que esta cálida mujer cercana a los treinta estaba a punto de ser fea –noción que, de vuelta, no suele entrar en mi cabeza-, de espalda encorvada, los granos cebándose en el rostro, unos espejuelos de grueso armazón que usaba para terminar de ocultarse al mundo, pues no los necesitaba.
Vivimos momentos sublimes en aquel hogar -y tanto, con sus criaturas bullendo en el caldero-. Como el par de veces en una semana en que, en saludo a la modernidad recién instaurada en el baño, la ama dio de voces pidiendo la asistieran en la tina, donde sólo Dios sabe cómo entró pero nunca cómo saldría.

O como la sobremesa en que desde el pontificado de la silla principal, el Señor repitió para nosotros la encíclica promulgada para los hijos quién sabe cuánto antes: estaba científicamente comprobada la superioridad de la raza blanca y los negros eran micos (habría repetido aquello, en voz baja desde luego, aún en las calles de Nueva York, donde por entonces la gente se abría al paso de la belleza y la altanería de los Panteras Negras). Y con la raza negra iban todas las no pálidas, incluyendo la de la cuñada de él, una mexicana con quien, a su entender, había tenido el imperdonable mal tino de casarse su hermano menor. Cuando este portento de ser humano que nos hospedaba soltó la dicha sentencia, ante nuestros reclamos a punto de tundirlo allí mismo, revisando a los hijos por si su autoridad estaba siendo mellada, zanjó la cuestión sacando la Biblia en forma de libro de biología para no sé qué año, de las escuelas públicas, donde el tema se desarrollaba a fondo, con muy muchas, irrebatibles citas de reconocidísimos sabios.

Paracuellos. Carlos Giménez

 


 


domingo, 17 de mayo de 2020

La ilusión viaja en tranvía, para leer

"Para entonces la historia (...) corría de pueblo en pueblo. Todas las noches al salir la luna, los beduinos se la contaban al amor de sus hogueras, y cada vez que pensaban en Simbad creían oír el rumor de las olas en medio del desierto(1)."

Este es él último de los cuadernos para los nietos. 
El título lo toma de una película mal apreciada, creo. Hay allí dos trabajadores que entre la borrachera representan los agravios personales y colectivos en un tranvía destinado a morir y deciden liberarlo. Circulando de madrugada se preguntan dónde está la tierra prometida para quien vive sobre rieles. Aquí y ahora dice un maltrecho, pícaro pueblo que sube sin pagar y celebra, mientras la mañana de inexorables mandatos avanza y ahora viste como malvada maestra o mojigatas con pretensiones y luego es un inspector jubilado que aborrece el desorden y ama los apapachos patronales(1)
Antes de seguir permítanme presentarme: 
-¿A cuánto? -preguntó señalando el montoncito sobre mi manta en el suelo.
-Millón -contesté.
-¡Perdón! No, no quiero comprarle la producción de aquí hasta que se muera.
Si ni a una docena llega.
No tuvo respuesta, sólo mi rostro de hambre mirando hacía él, que se conmovió.
-¿Cuánto por todo?
-¿Por todo? No puedo, patrón.
-No me salga como la india con su kilo de limones.
-Sí le salgo, señor, perdón. ¿No ve qué es lo único que tengo? Si se lleva todo ¿qué hago mañana? Viene el inspector y me corre.
-¿Y luego?
-Que no sé hacer otra cosa, marchante.
-¿Qué?, ¿estar aquí de ofrecido? ¿Pues de qué come, pobre hombre?
-De la voz que regatea. Soy el puro regateo, ¿ve? ¡Pásele, joven!

Sin más, vamos al salpicar de viñetas. Algunas contrastan los otros cuadernos personales.
Esperen, pues cierta vez, entre ires y venires, busqué un eje que abarcaba también lo escrito sobre el mundo, la historia, esta rudísima suave patria. ¿Dónde está mi primera incursión en ello? Quién sabe. Va lo más reciente:
1982 es la fecha, dije, y me expliqué muy a medias. 
Mi abuelo lleva desde 1950 esperando un pretexto para volver, se declara el Año Internacional de Movilización para la Imposición de Sanciones contra Sudáfrica y nace el Nuevo donde poco tiempo atrás Ella no estaba ya: un departamento que Él y yo volvemos a habitar aunque no registro entremedio otra dirección nuestra.
Israel avanza hasta el Líbano y masacra a los palestinos de Sabra y Chatila, y en Chile asesinan a Eduardo Frei, antiguo socio de Pinochet, consolidando la dictadura militar.
Elocuentemente, por dos meses Centroamérica parece pacificarse, Guatemala sufre la Masacre de Los Josefinos y papá y mamá, que volvieron a sus tierras, apenas ahora están tranquilos, pues fracasó el paródico golpe de Estado. 
Estados Unidos detona la bomba atómica número novecientos setenta y ocho, fallece Brézhnev, asoma la Perestroika, China vive todavía los recomodos tras desaparecer Mao y se celebra la Cumbre de Cancún, formal arranque del neoliberalismo a nivel mundial.
En México había una gran transformación popular en proceso, estoy seguro, y todo se desmorona con la llegada de los cleptócratas al poder. 
-0-
Los cuadernos nacieron en y para blogs, por múltiples razones. A veces, por ejemplo, incluyen música o videos con entrevistas o links a notas informativas y pdfs sobre lecturas urgentes o que recomiendo. 
Este tiene 497 entradas que hoy no pueden verse. Cuesta trabajo hacer una selección de ellas y ordenarlas.
¿En el futuro nacerá un género literario virtual, empleando estos recursos? 
¿Mis viñetas son como canciones en un álbum? Por momentos, cronican:
Lo siguiente fue escrito en varios momentos entre 2014 y 2020.
-No entiendo cuándo sucede cada cosa. 
-¿Llamado de qué manera?
-Crónica, Atrevida, no seas burra.
Se carcajea.
-Al fin consigo unas palabras claras. Sigue: es obvio...
-Estamos cronicando. Después desátase eso loco incontrolable.
-Te recuerdo la fecha: 20 de mayo.
-¿Año, Atrevida?
-¡B!
-Es broma, carajo -digo a ella y para los demás aclaro: estamos en 2015.
-¿Cuándo empieza lo otro?
-¿La Revolución Mundial? Al pitonizo no le hago.
-Alburero.
-Naca. That is the question: primero la crónica debe atestiguar la caída.
-¿De "los Malditos"?
-Presentes, al menos.
-¿Nuestro gobierno?
-Y algo más, impreciso. En todo caso, recapitulemos, viendo desde ellos y desde nosotros.
Hace dos semanas asesinaron a una joven en Ciudad Universitaria, fue otra última gota que derrama el vaso y los movimientos feministas se volcaron allí. "¡Ni una más!" dice la consigna madurada en veinte años de feminicidios. Detrás, ese brutal porcentaje que descubre cuánto odia la sociedad a sus mujeres jóvenes. A sesenta por ciento llegan quienes al hacerse quinceañeras sufrieron abuso en nuestro país, y ahora se exhibe el acoso sistemático por catedráticos a alumnas en esa máxima casa de estudios donde un icónico, viejo líder soltó por radio: exagera la muchachita fulana que afirma fue violada: sin verga no hay penetración
El estado de México, donde tú vives, Atre o E, llevó a niveles demenciales lo que nos había pasmado en Ciudad Júarez quien años atrás. Y empezó a hacerlo durante el gobierno de nuestro actual presidente.
Vives en el Oeste, E, tierra fronteriza, sin ley, sé desde que mi juventud encontró allí El santo lugar. De alguna manera lo diseñaron así desde los años cincuenta, coincidiendo con la consolidación del Grupo Atlacomulco, que acunó a Peña Nieto y otros tras desbancar internamente a Hank González, su más siniestro caudillo hasta el arribo de Carlos Salinas...
-Para, B, me vas a llevar al siglo XVI.
-¿Yo?
-No te hagas.
-Bueno, entonces vino Hernán Cortés...
-¡Ya...! ¿Por las elecciones en el Edomex? -pregunta ella año y medio después?
-Correcto, Watson, aunque me hayas interrumpido, pues hallábame en septiembre, seguro de que babalú esta mierda, y nadie me pelaba y grité ¡Doy por límite enero! y nadie peló y vino el gasolinazo.
Aquí deberíamos pasar a lo que escribí por ahí y no dio tiempo de desarrollar, comenzado en Ixmiquilpan.
-Ok, ok.
-Ahora, ¿porque no dio tiempo?
-¿Porque eres un huevón?
-Además de. Paré al darme cuenta que se desinfablaba la resistencia contra el aumento de los precios.
No conocía Ixmiquilpan, confesé, ¿verdad?, y fui en abril (2017). Si bien era para otra cosa, de primerísima fuente supe: el movimiento nació un poco al azar. No había sorpresa. Afectos al PRI liderearon la primera acción, pidiendo al gobernador exigiera a los diputados cumplimiento a sus promesas. Etcétera, etcétera. 
Se demostraba lo sugerido en las derrotas electorales históricas, un año antes, en otros estados: el priismo perdía popularidad a velocidad vertiginosa. 
Detrás, lo que me condujo al optimismo en septiembre: las pugnas internas. Ahora sabemos bastante más del tema, ¿cierto, Atrevida.
-Revísese ¿qué nota?
-No recuerdo, jeje. Por otra parte está el genuino movimiento, nacido en mayo 2013, a quien visite ixmilquianamente. Ese breve viaje confirmó lo certificado en el de febrero a Guerrero: nadie echaría atrás a las fuerzas populares más sólidas, que para esta mayo 2016 -regresé en el relato, pues- formaron ¡cuatro y media auténticas APPOs! y otras cosillas nada desdeñables (setecientas mil familias cafetaleras organizadas en cooperativas; jornaleros y jornaleras de San Quintín y demás).
-¿Esto es un ensayo, un reportaje o qué madres? A la crónica no la veo por ningún lado.
-Caray, Atrevida, si apenas podemos con el paquete y quieres que haga lo correcto. 
-Pues no presumas.
-Haz de cenar, ¿no? -le digo volviendo a 2017.
-Tu abuela, yo soy hija adoptiva...
Un cartón sugiere que bajo el agua Peña Nieto abandona a Del Mazo. ¿De dónde lo deducen, si las contradicciones internas que conocemos no indican nada parecido a eso? ¿O sí y me pasa de noche? 
-B, concéntrate, por favor, y te vuelvo a preguntar ¿dónde esta la crónica prometida?
-Ay, E, no toques temas sensibles. Todo me permitiría conocer en vivo los sucesos. Durante estos últimos años volví a la zona lo suficiente para rehacer nuevos lazos.
Hacia occidente acompañé hasta hace muy poco a mis hermanitas y hermanitos y en el costado oriental viven muchos y paseé también por distintos motivos. Chimalhuacán, la cuna antorchista, tampoco me es desconocida, y por todos lados andan muy activos otros que apoyan desde el Distrito Federal.
La extraordinaria dispersión del proceso impide seguirlo. ¡Y no soy Jonh Reed!, jeje.
Madrugada de domingo 4, 2017      
Según quienes saben, el sistema priísta funciona hasta el 49% de los votantes. En los tres estados que se disputan esperan entre 60 y 62%. Ergo, puede cumplirse lo previsible -seguro, dijimos, ¿no?-: un conflicto poselectoral en el Edomex cuando menos. 
Estoy donde debo y otra vez no hay manera de hacer la crónica.
El municipio nacional con más electores fue mi casa militante y emotiva. 
En estos lados se decide el futuro hoy y quien sabe si podré seguir con esto.
Las calles tiemblan alrededor, muchas montando cerros, y veo Malditos corriendo por todos lados, tratando infructuosamente de sofocar el incendio. Hace un minuto quien muchos sospechan es violador y homicida, frente a nosotros al pasar perdió su aire respetable y entendió: Ellos saben. No importa cómo marcó la boleta electoral, si bien puede presumirse fue tricolor. 
Pensaron en lincharlo y aguardan hasta mañana, cuando den los resultados, fraudulentos por fuerza y esta vez inútiles, confiamos.  
Pasan tres días y recuerdo: A quien quisiera escucharme, en los últimos meses dije: en Edomex al PRI no le dan sus artimañanas usuales y empleará la violencia. Eso hizo el domingo, seleccionadamente, es municipios rurales.
A Javier recién lo conocí y por vías virtuales. Es quien mejor ve, creo, lo que sucedió en la elección. Le pido explicarnos:  "Es un proceso epistemológico, es decir, estos cabrones se superan en la mierda que expulsan cada día. En 2012 descubrimos que utilizaban a niños de 4 años para entrara a las casillas que corroboraran que se votara por el PRI, ahora a tres días de la elección se sabe que llegaron a comunidades con postola en mano y obligaron a la gente a entregar sus credenciales y votar por el PRI. está cabronal a mierda en la que nadan, es como goebbels, reproducen la mentira hasta que ellos mismos ya no saben elucidar entre la verdad y su pinche ficción..."*

Retahila
Una noche en el antro de mis preferencias escribo: Una larga lista de boxeadores murmuran al oído: el secreto está en rendirse a tiempo, no importa si tu record es de puras pérdidas.
Cada diez minutos después: Esto de vivir es función pa adultos. Quién sabe quién me dejó entrar. Ahora no encuentro la salida y seguro la casa de papá y mamá ya no está.
Sigo preguntándome quién ocupó la vida que no usé. Espero haya sido con un mínimo decoro.

De una punta de inútiles
No sé si había razones en descargo, lo seguro es que en 1970 yo era un completo inútil. En el remedo de barrio bohemio donde llevaba años en un medio conflictuado y muy categórico vagabundeo, dentro del célebre restaurante de siempre, apenas sentarse y en presencia mía Lubardo diijo eufórico a Fendes:
-¡Ya lo tengo!
Lo que tenía era la forma en la cual Fendes podría cumplir el sueño, aceptando la invitación de viajar a la más cosmopolita ciudad del mundo, hecha por una futura heredera menor de un gran consorcio. Según se había platicado el paseo terminaría en legal matrimonio. 
El asunto empezaría con la compra de un artefacto que Lumb promocionaba a través de un concurso, cuyo premio era un auto. El segundo movimiento consistía en sacar durante la rifa, literalmente de la manga, el número adecuado del registro de compra. El acuerdo no precisaba los pretextos para que yo tomara un tercio de lo que tocara al rematar el vehículo y, claro, guardé el más obsequioso silencio.
-0-
Paró. Se trataba de dar a ustedes una probadita y ya voy bien sobrado.

  

martes, 31 de marzo de 2020

El año es 1982

Trece años buscando esta línea.
La canción es del Mr., alias Dylan. Los integrantes de Grateful Dead componían una maravillosa mezcla que incluía jazz y música clásica. Y en ese Jerry García había un gran, autodestructivo personaje.
1982 es la fecha, dije, y me expliqué muy a medias. 
Mi abuelo lleva desde 1950 esperando un pretexto para volver, se declara el Año Internacional de Movilización para la Imposición de Sanciones contra Sudáfrica y nace el Nuevo donde poco tiempo atrás Ella no estaba ya: un departamento que Él y yo volvemos a habitar aunque no registro entremedio otra dirección nuestra.
Israel avanza hasta el Líbano y masacra a los palestinos de Sabra y Chatila, y en Chile asesinan a Eduardo Frei, antiguo socio de Pinochet, consolidando la dictadura militar.
Elocuentemente, por dos meses Centroamérica parece pacificarse, Guatemala sufre la Masacre de Los Josefinos y papá y mamá, que volvieron a sus tierras, apenas ahora están tranquilos, pues fracasó el paródico golpe de Estado. 
Estados Unidos detona la bomba atómica número novecientos setenta y ocho, fallece Brézhnev, asoma la Perestroika y China vive todavía los recomodos tras desaparecer Mao.
En México había una gran transformación popular en proceso, estoy seguro, y todo se desmorona con la llegada de los cleptócratas al poder. 
Dos monumentales batallas se libran simultáneamente, advertí a ustedes, y escribí devora la pequeña, inerme humanidad prendida a su pecho, refiriendome a una vecina ¿recuerdan? Subrayo el una pues tengo muchas en esa universidad donde curso varios posgrados simultáneos y dicto conferencias sin palabras, para aquéllas, para quienes por algunas horas dejan a sus hijos conmigo y para éstos.
Mis crias asisten a clases muy distintas, que ofrecen Uno, la azotea y el ritmo de la tierra cuyo pulso se revela gracias a ellas.
Entonces fue que nació el diálogo: 
Invariablemente a la primera obligada pregunta de quienes llaman por teléfono, respondo:
-¿Qué hago? Ya sabes: duro on the road de la recámara a la sala.

Puedo seguir así ambas guerras. Del exterior dan puntual informe mis amigos continuando cada uno a su manera el destino común. Lo demás, días y almas adentro, se narran a la vista.
A veces voy de paseo con los enanos a mostrarles nuestra ciudad en clave, que una activa década me descubrió. Cierto, ya no consigo seguir su crecimiento, perdiendo entonces fenómenos grotescos, como las nuevas colonias aspiracionales.
Nos congelo en imagen y traigo a Él a esa misma sillita de bebé con colgajos, donde una mañana la paz se le enturbiaba y con los ojos descubrió cómo me había marchado sentado ahí, pues tecleaba mi máquina de escribir. Flotó por primera vez desde hacía mucho, ahora tan a solas cómo puede estarse, hasta que halló una escoba barriendo, agua al chorrear, ollas cuya crepitación hablaba de mil cosas. Se volvió a posar, desazonado por el descubrimiento.
-0-
A quien escuchamos no es Grateful Dead sino una banda formada casi paralelamente por Jerry García. ¿Adultero lo demás como hago con eso? Quizá, sin querer. En todo caso, previne a ustedes, del rock estadounidense o cualquier otro, poco puedo decir.
¿En verdad el año es 1982? ¿Me refiero al país, la tierra, mis crías, mí por separado? Nada más fácil que jugar con palabras.
-0-
Cumplo treinta y cinco años, a Filiberto lo volvieron fantasma y no daré más con él, excepto tal vez cuando buscándolo crea sentir su mirada y vea una sombra correr. Mi Tercer Hombre -presenté antes a ustedes esa película.
Mis viejos cuadernos están guardados y olvidé también lo que según Juan escribía no para narrar sino comprender. Por ello no podré después hacerme una idea detallada de estos días.
Busco personajes que nos cuenten. Tengo al ideal, a quien nunca aludo. Lo llamo Ibn, algo así como nadie o todos, pues en su lengua significa "hijo de" y los apellidos suelen llevarlo por prefijo, digamos.
Nos conocimos el año estudiantil y la ciudad cosmopolita por excelencia, ambos, adonde llegó al modo de muchos paisanos suyos.
-¿Mexicano? -dijo, pues no había real pregunta allí, en perfecto español.
Completaba los estudios mientras trabajaba, si me permiten esta licencia no literaria, y fui su protegido. Descubrió para mí los barrios duros donde pasaba el tiempo más que por necesidad y al separarnos, cada quien rumbo al país nativo, intercambiamos direcciones.
Hace un año lo visité, aprovechando por primera vez los viajes que pagan mis padres para convivir un rato, si así pueden interpretarse días de jaloneos. Él había estado en India y muchas otras partes rumbo allí.
Guardo sus cartas, cuyas estupendas descripciones no me atrevo a transcribir sin pedirle permiso. 
Durante este largo tiempo ha sido mis ojos hacia mundos de otra forma inéditos y vive aventuras a las que yo jamás me atrevería.
¿Cuánto aprendo por él? No mucho, confieso, por falta de entendederas. A cambio las historias rumoran con tal don evocativo que mi imaginación se toma mil libertades, poblando los ciento diez metros cuadrados donde me confino. Por eso lo rebauticé: Simbad. 
Aun siendo musulmán liberal tiene harem, no bajo un mismo techo, cierto, y sin compromisos económicos, pues como buen marino, así ande a pie, en cada puerto halla amor.
Me envidia las crías y no para de hacer hasta lo indescriptible por no convertirse en padre, mientras recorre Argelia, las islas griegas, Túnez, Etiopía, Somalia, Siria, Turkestán...
-0-
Ibn existe, no es del todo como lo sugiero, envía cartas solo ocasionalmente y sus historias en eco ocupan muy poco mi departamento atestado por otras mucho más cercanas y simples, como estas, cuyo registro debe corregirse: 
 Junto a la figura recreada de Ella andan las muchas pequeñas criaturas mías acumuladas en el cuarto, el común atribularse de los olores rancios de la cama revuelta contra la paz donde el día se detiene cargando sus primeras como fáciles horas registrando fachadas, ramajes, tableros de asfalto, y las trabajosas a continuación: mujeres que batallan, puertas al abrirse y cerrarse, prisas, tumultos, niños en marañas de mundos y hombres conmovedores en su esfuerzo por aparentar que no conocen el miedo.
Es una paz tendida en la pequeña franja de sol entrando por debajo de la cortina, a través de la cual el patio interior del edificio se planta: el rezumar remolón de la sombra, el jugar a solas con el sobrante de los días en las ventanas traseras: el eco de las peleas y las voces llamando, el sacudir de manteles y mantas, los rostros que asoman de cuando en cuando. A la placidez la atraviesa la angustia por el tiempo. Como en los pasos de una mujer camino a la azotea ahora: el centenar de escalones difíciles, esforzados, ayudándose del pasamanos para poder con la tina y los años rumbo a la azotea, un momento en vilo, sin antes ni después, creación pura del patio universo que enseguida, contra la constatación del cielo inmenso, impávido, hace conciencia de su propia pequeñez y su marchitarse –el yeso descarapelado, los agujerones, las trozaduras- e intenta aliviar las fatigas de la mujer animando los trinos, los guiños de la luz en la pared.
Más acá el apenas perceptible canturreo de la vecina que señala el misterio bien guardado de la recámara, creciendo a lo repentino desde la penumbra que como siempre debe estar allá al fondo, donde casi no alcanza la mirada, por las disputas del comedor -la mera convención de los manteles de flores, el genuino orgullo del frutero, el vacilar de la vitrina entre las pretensiones del juego de cristal cortado y el vivo recuerdo de olores de los tarros descapuchados-, a la cocina, a un par de metros, para celebrar la hora de mujer contagiando el chirriar de la hoja del anaquel, el caer del agua en el pocillo.
Me intrigan los anteriores inquilinos sin número preciso, cuya ausencia desapareció tras las obras ordenadas por Ella, que así hacían imposible transladarse cuarenta años atras, cuando construyeron el edificio.
Simbad es el único en atravesar trayéndome lugares y personas ajenos a nuestro demandante país sin relato y sus milenios, que asoma por donde vaya mi mirada en la ventana del frente.
Es el breve tiempo trabajando para un noticiero quien quiere abrirse paso, preguntando por los lugares que día tras día traían sus pústulas y estaban en Ibn, descubrimiento accidental y forzoso tras las desesperadas búsquedas de aquellos meses catorce años antes para encontrar algo más que "decadencia" en ciudades a las cuales me enviaron culpas y miedos de papá. 
-0-
Mi amigo marroquí, pues tal es su nacionalidad, empezaría discutiéndome el número de año. Hay muchos calendarios, sabe y no solo por su fe. Viaja al modo antiguo y cree a cuánto desdeña el poder, no importa su fuente, y así, por ejemplo, hace caso al cielo nocturno, estelar, y no a las cuentas solares. 
Esotérico, deduce a conveniencia lo que escucha de beberes, pastores turkestanos, mazdeístas hindúes, como llama a quienes mi estupenda enciclopedia mal reconoce, y entonces me dirige hacia los pueblos nómadas de Norteamérica, hace mucho recluidos en reservas. 
-Sigue al lúcero del alba y déjate de tonterías -dijo una noche en su natal Fez, cuando nos encontramos. -No lo ubicas, ¿verdad? -continuó señalando Venus.
Lee a Kerouac, cosa rarísima para los islamitas, parece, al cual accedió en aquél mayo francés, y juntos descubrimos a Césaire cuando lo alcancé. Éste se le volvió devoción y gusta sentirse él, negro antillano, no importa qué regiones hurgue, y al estadounidense le copió el peculiar espíritu caminante.
Perdón, hablo en presente y escogí 1982 porque ayer me notificaron: mi exótico amigo murió.
-¿En serio? -pregunta alguien leyendo esta nota. 
-Lo dejo a tu libre albedrío.
-¿Cómo? -dice extrañado.
-Para creer o no.
La verdad es que no escribe desde nuestra última reunión y dudo lo haga otra vez. Decidió marcharse a un sitio sin retorno, haciendo voto de silencio. Eso permite inventarlo en adelante e ir y venir a discreción por donde desee.
El año no lo escogí a capricho. Anuda o dispersa, según se vea. 
SIGUE